Mujeres Indígenas como clave del desarrollo sostenible

Durante la 2CGMI, las Mujeres Indígenas de todo el mundo debatieron su papel en el seguimiento y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030

Joan Kibichum (Kenya)

Artículo de opinión

 

En las últimas dos décadas, el mundo ha hecho notables avances en lo que se refiere al desarrollo humano. Se ha reducido la pobreza extrema, se han mejorado el acceso a la enseñanza básica y los resultados sanitarios, y se han logrado avances significativos hacia la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, y a pesar de estos avances, la pobreza extrema sigue siendo un desafío enorme: hay más de 700 millones de personas en el mundo que viven con menos de 1,90 USD PPA (paridad de poder adquisitivo) al día (UNDP, 2016). Pese a los esfuerzos y políticas existentes, aún se experimentan grandes desigualdades. 

 

Hoy en día, existe una necesidad urgente de favorecer el desarrollo sostenible. La nueva agenda del desarrollo sostenible establece una visión cuyo objetivo es ponerle fin a la pobreza, y promover el bienestar y la prosperidad de las personas, a la vez de proteger el medio ambiente, todo esto antes del 2030. Las Mujeres Indígenas han de ocupar un lugar central en la implementación y el seguimiento del progreso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Este enfoque centrado en las personas asegurará que la agenda de las Mujeres Indígenas se defenderá en todas partes. Según FIMI (2020), hay 77,9 millones de personas de Pueblos Indígenas en África, de los cuales 38,7 millones son mujeres; y un 82% de estas mujeres viven en zonas rurales mientras que el 18% restante se encuentran en zonas urbanas. Hay que escuchar las voces de las Mujeres Indígenas de África y darles un espacio para que puedan formar parte de las mesas de diálogo en las que se desarrollan las discusiones sobre las Mujeres Indígenas y las mujeres en general. 

 

El empoderamiento de las mujeres y el cierre de las brechas de género en los sectores de la salud, la enseñanza, los mercados laborales y otras áreas llevaría a una reducción de la pobreza, más crecimiento económico, más resiliencia comunitaria, y mejor nutrición y educación infantil. Asimismo, si no se abordan las desigualdades de género y la discriminación contra las Mujeres Indígenas, se dificultará la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), e incluso podría ponerla en riesgo.

 

Las organizaciones y los movimientos de Mujeres Indígenas se han fortalecido y ampliado en los últimos 20 años, gracias a los esfuerzos y alianzas conjuntos de los actores y socios clave. Algunos hitos importantes han permitido la inclusión de las perspectivas de las Mujeres Indígenas en negociaciones internacionales sobre los derechos humanos, la violencia de género, la mutilación genital femenina, la salud sexual y reproductiva, y el acceso al agua, saneamiento e higiene; uno de estos hitos fue precisamente la 4ª Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer en Beijing, en 1995.

 

Las jornadas y conferencias, y los webinars sobre cuestiones que afectan a los Pueblos Indígenas y Comunidades atraen a un número importante de socios internacionales, altos funcionarios del estado, y de Mujeres Indígenas hermanas. Asimismo, tienen mucha repercusión mediática internacional. Las Mujeres Indígenas pueden emplear estas plataformas para hacer oír sus voces y para que se adopten e implementen recomendaciones. 

 

A fin de implementar los ODS, deberían reconocerse las contribuciones de las mujeres y su participación equitativa y significativa en las decisiones que afectan a sus vidas y comunidades. Cuando se resuelvan desigualdades y se reformen políticas, las Mujeres y Niñas Indígenas podrán ser agentes de cambio y socias en igualdad de condiciones a los hombres, para conseguir un crecimiento integrador, justo, equitativo, y sostenible de los diferentes Pueblos Indígenas. 

 

Los distintos movimientos y organizaciones de Mujeres Indígenas deberían ejercer presión en cuanto al reconocimiento, los derechos de las mujeres, la protección contra la explotación en el ámbito doméstico, y el abuso en las comunidades. Urge obligar a los distintos gobiernos a que compensen a los Pueblos Indígenas por las atrocidades que han tenido que sufrir a lo largo del tiempo y por la pérdida de su territorio a otras comunidades o gobiernos. A través de estas medidas, se asegurará que los Pueblos Indígenas podrán proteger su biodiversidad y preservar sus tierras, territorios, y dignidad, respectivamente. 

 

Es necesario establecer y obtener fondos para programas de empoderamiento comunitario en los que se formarían y se capacitarían a las mujeres para que puedan generar ingresos y gozar de la autonomía económica. Asimismo, se requieren más talleres de formación a nivel comunitario para ayudar a desarrollar las capacidades y la educación de las Mujeres Indígenas respecto a las distintas cuestiones que les afectan de manera directa e indirecta. 

 

Con el objetivo de ponerle fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición, y fomentar la agricultura sostenible, las Mujeres Indígenas tienen que asegurar que sus comunidades gozan de la seguridad alimentaria a través de la incidencia por reformas políticas y legislativas que garanticen el acceso igualitario y el control por parte de las mujeres sobre los bienes productivos, incluido el suelo.

 

2CGMI: un punto de inflexión para las mujeres

 

La Segunda Conferencia Global de Mujeres Indígenas (2CGMI) ha sido un punto de inflexión para las Mujeres Indígenas en todas partes. Cindy Kobei, presidenta del Consejo de Juventud de Ogiek, cree que eventos como la 2CGMI, junto con los movimientos globales, llevan a que las Mujeres Indígenas de África obtengan reconocimiento global y se aúnen para interconectar entre sí. Son espacios para generar datos e información, debatir, provocar, y discutir los desafíos a los que se enfrentan las Mujeres Indígenas de África; además, sirven para poder elaborar recomendaciones que dan a conocer a las Mujeres Indígenas de África y para que se les conceda un puesto en la mesa de los foros internacionales que determinan políticas que les afectan de manera directa.

 

Mary Supeet, presentadora de Mayian FM Radio que ha seguido la 2CGMI, añadió: «Es una plataforma en la que las Mujeres Indígenas pueden escuchar sobre situaciones que les afectan en todas partes, y que ellas mismas pueden abordar a través de la plataforma. Asimismo, pueden aprender de otras Mujeres Indígenas sobre cómo resolver asuntos que les afectan, escuchar lo que ellas experimentan, y oír estrategias empleadas para superar todos estos desafíos.»

 

Conocimiento, datos, y conversaciones importantes sobre el alcance y el calado de la Agenda serán claves para que se materialicen los ODS. La existencia de más plataformas beneficiaría a las Mujeres Indígenas para poder hablar de los desafíos que encaran en su día a día en sus distintas comunidades alrededor del mundo. Solo entonces las Mujeres Indígenas podrán articular, implementar, y hacer un seguimiento del desarrollo sostenible y de la Agenda 2030. Todo esto garantizará que perdure el lema «Nada sobre nosotras, sin nosotras, todo sobre nosotras, con nosotras». Y solo será entonces que las Mujeres Indígenas no se queden relegadas al margen de las conversaciones que dan forma a los ODS y la Agenda 2030; además, así podrán postular por el papel que tendrán en la implementación y el seguimiento.