Las Mujeres que mantienen a flote las islas del Pacífico Sur

Las comunidades indígenas de Kiribati, país ubicado entre Australia y Hawai, saben que el cambio climático es una realidad. Hace tres décadas, Naciones Unidas advirtió que será el primer país que desaparezca bajo las aguas.

Carmen González Benicio, desde Tlapa, Guerrero, México

 Islas Kiribati: una historia de resistencia 

El cambio climático está afectando a las comunidades indígenas alrededor del mundo. Durante la Segunda Conferencia Global, Mujeres Indígenas de las Islas del Pacífico Sur compartieron sus realidades. “Cuando en la isla hay crecidas del mar, oleaje alto, se tiene miedo, no se sabe qué va a pasar, no nos sentimos seguras, nos asustamos porque generalmente ocurre en la noche y en segundos las casas se borran del mapa por la inundación”, explicó Anna Nuariki de Kiribati, un país insular compuesto por 33 islas, a mitad de camino entre Australia y Hawái. 

 En 1989 Naciones Unidas ya advirtió que Kiribati se convertiría  en el primer país  que desaparecerá bajo las aguas debido al cambio climático en el siglo XXI,. Diez años después, dos de sus islas deshabitadas se habían hundido. Durante su participación, Nuariki denunció que las islas habitadas se ubican a solo tres metros sobre el nivel del mar, lo que sumado a los fuertes oleajes genera constantes inundaciones que han afectado a las escasas tierras de cultivo de las comunidades isleñas. 

Además, las inundaciones salinizan el agua de consumo y la tierra, impactando a la soberanía alimentaria de las familias, así como su cultura y sus plantas nativas. “La erosión de la tierra tiene un gran impacto en las comunidades y el medio ambiente y afectan los derechos humanos, porque las comunidades se ven desarraigadas de sus hogares y tienen que trasladarse hacia el interior. Esto ya está provocando disputas por la tierra donde familias y comunidades luchan entre sí por la tierra para vivir”, explicó Nauriki.

Pese a esta situación, las Mujeres Indígenas del Pacífico Sur no se quedan de brazos cruzados. Como respuesta a la crisis, Nuariki se unió a Outer Islands Food and Water Project, un proyecto que está mejorando la seguridad alimentaria, la nutrición y el acceso a agua potable de los hogares a través de la planificación participativa e inclusiva y la formación de comités comunitarios activos y grupos de usuarios del agua. Estos grupos se apoyan sobre todo en las mujeres y las personas jóvenes. Y han creado un sistema de avisos a través de sus celulares a manera de prevención interna. Además, Nuariki insistió en la importancia de ampliar el programa mediante el acompañamiento técnico y financiero de las autoridades locales.  

 

Marianas, las islas con voz de mujer

A la sesión de la Conferencia se sumó Moñeka De Oro, Mujer Indígena Chamoru de la organización Micronesian Climate Change Alliance, de las Islas Marianas. De Oro enfatizó la labor de las Mujeres Indígenas en la lucha contra los efectos del cambio climático, incidencia que nació desde las bases hacia los más altos niveles de toma de decisión. “Las mujeres siempre hacemos sacrificios para el bienestar comunitario”, señaló De Oro, y contó una leyenda de su comunidad en la que las mujeres se cortan su pelo para cazar juntas a un monstruo, “un ejemplo ancestral de participación, unidas en red”. 

Las Islas Marianas son un archipiélago volcánico en el océano Pacífico, que pertenece políticamente a Estados Unidos, por lo que sufren la militarización de su territorio. De Oro fue muy crítica contra la presencia del Ejército y del turismo masivo, ya que ambos tienen una “lógica extractivista” que afecta al paisaje, los recursos naturales y económicos. Ella considera que es necesario generar una economía regenerativa y circular que aporte vida y justicia y que valore a la Madre Tierra dotando de dignidad a las personas. Además, apostó por avanzar hacia un gobierno inclusivo y participativo, con enfoques antirracistas y feministas que trabajen con la comunidad. 

Moñeka De Oro, quién fue seleccionada por el Departamento de Estado de EE. UU. como Joven Líder del Pacífico en 2019, destacó la participación de la juventud en el trabajo comunitario ante el cambio climático, porque “saben que están aportando algo”. La organización en la que participa lleva a cabo programas que persiguen el empoderamiento económico de las Mujeres Indígenas a partir de la formación y el trabajo del vidrio y recetarios tradicionales. Como resultado,  la participación política de las Mujeres Indígenas se ha incrementado, ya que están alzando la voz para promover la soberanía alimentaria, entre otros derechos.  

Un camino por recorrer

Las representantes de las Islas Kiribati y las Islas Marianas coincidieron en la importancia de contar con recursos técnicos y financieros para generar los mecanismos de alertas tempranas ante las eventuales devastaciones por los oleajes. Además, destacaron la necesidad de seguir trabajando con herramientas locales, conocimientos ancestrales y de seguir ampliando y fortaleciendo las redes de coordinación.