Wiñay Panqara, el programa de radio que retransmitió la Conferencia Global a las Mujeres Aymaras del sur del Perú

La voz de las Mujeres Indígenas del mundo resonó en Puno a través de la emisora comunitaria de la Unión de Mujeres Aymaras del Abya Yala (UMA), quiénes participaron en diferentes sesiones de la Conferencia.

Yenni Paucar, radialista de la UMA, Puno, Perú.

En las comunidades altiplánicas del sur de Perú, de mayo a agosto se sienten heladas que cuartean el rostro de los pobladores altiplánicos, en ese terrible frio también nacen niñas luchadoras, mujeres que se enfrentaron a la discriminación y lograron estudios básicos para enfrentarse a la vida.

Estas mujeres andinas de habla aimara forjaron organizaciones, como la Unión de Mujeres Aymaras del Abya Yala (UMA), donde se juntan para reivindicar sus derechos y trabajar en favor de las mujeres en las comunidades. La UMA tiene un instrumento fundamental de contacto y bisagra con las hermanas que se encuentran en las poblaciones más alejadas, la radio.

Su estudio es sencillo, pero no le falta detalle. Sobre la mesa, cubierta con un colorido aguayo, cuatro micrófonos replican la voz de las hermanas aymaras. Todos los jueves de seis a siete de la tarde se emite el programa Wiñay Panqara que lidera la mayora Rosa Palomino. El jueves 12 de agosto se había inaugurado la 2a Conferencia Global de Mujeres Indígenas y Wiñay Panqara le dedicó toda la hora de emisión.  

Una canción tradicional abre el programa. Cuando baja la música, Rosa Palomino da la bienvenida en su lengua a todas las hermanas que la sintonizan. Viste su sombrero negro característico de las Mujeres Aymaras y un aguayo para resguardarse del frío que hace en la cordillera, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar. 

“Hoy empieza la 2a Conferencia Global de Mujeres Indígenas…” locuta Palomino en aymara y explica de dónde viene esta cumbre, su carácter global y hacia dónde va. En frente de Rosa Palomino, la joven Sulma Yucra, de trenzas y sudadera, explica cómo en las siguientes jornadas en la reunión global se debatirán estrategias de incidencia en los espacios de toma de decisiones, para el reconocimiento y protección de los derechos de las Mujeres Indígenas, y se incluirán los propios aportes de las Mujeres Indígenas. A su lado Judith Paucar explica cómo se trata de un esfuerzo organizativo global con organizaciones de todos lados.  

Otras hermanas aportan con entrevistas y opiniones desde sus comunidades. Desde Laconi, un pueblo a las orillas del Lago Titicaca, en el Distrito de Platería, Elvira Ari comenta en antena que sigue muy de cerca la Conferencia Global de Mujeres Indígenas, pero que se le dificulta un poco entender las traducciones en español, pero entiende cuando la radio lo resume en aimara

Las sesiones de la Conferencia se desarrollan en cuatro idiomas: inglés, español, ruso, y francés, con traducción simultánea. La UMA transmite las sesiones traducidas al español, y luego sintetiza los contenidos en aimara. Como Elvira, más de 150 mil personas escuchan esta radio en su lengua. Solo en Perú, hay más de medio millón de hablantes del aimara. Si sumamos las y los aimaras de Bolivia y Chile, hay dos millones de aimara hablantes en la cordillera andina.

Elvira Ari cuenta en Wiñay Panqara cóomo le sorprendió saber que en países tan lejanos como Rusia existan Mmujeres Iindígenas, con luchas similares a las aymaras. Y que sus trajes también sean coloridos y vivos.

El programa Wiñay Panqara se transmite todos los jueves de 6:00 a 7:00 pm, el mismo día de las sesiones de la 2da Conferencia Global, una coincidencia que facilita que las hermanas aimaras también se sientan parte. Las hermanas aimaras son emprendedoras, pero la falta de acceso a internet y el poco manejo de las redes sociales dificulta la participación e inscripción de las comunidades en espacios digitales.

Ante ello es la radio quién les acerca la conferencia, y sus debates sobre los derechos, problemas, propuestas y sucesos de las organizaciones sociales de base con el anhelo de “que nadie se quede atrás, avanzamos todas juntas”, cómo reza uno de los eslóganes de la cumbre.

En la inauguración, el jueves 12 de agosto se hizo un repaso sobre “los caminos andados y nuestras realidades”, una reflexión sobre los avances del movimiento de las mujeres indígenas y procesos que se tejieron hasta llegar hasta esta 2da Conferencia Global de Mujeres Indígenas.

Los jueves 19 y 26 de agosto, la UMA y la Red de Comunicadores Indígenas de la Región Puno, siguieron muy de cerca las conferencias y las sesiones de trabajo desarrolladas, donde las hermanas mayoras compartieron sus experiencias organizativas con las más jóvenes.  

“Es muy difícil hacer trabajo Global si no haces trabajo local, el trabajo que se hace viene de las fuerza de las mujeres locales, es importante conocer el espacio, antes de hacer un trabajo” subrayó la doctora Myrna Kay Cunningham, desde la Moskitia nicaraguense, resaltando la importancia de las organizaciones de base.

En el programa radial Wiñay Panqara recibieron, compartieron y tradujeron algunas de sus palabras. Para ello, Mamá Rosa Palomino la introduce desde el estudio:

–Atentas todas, calladitas, vamos a escuchar, a esta gran Mmujer y Llíder Iindígena, estás una mujer muy comprometida con los procesos de las Mmujeres Iindígenas, y para mi es mi maestra, escuchemos–dice en el micrófono Palomino y desde el estudio se lanzan las palabras de Myrna Kay Cunningham traducida al aymara.

“Construir alianzas con diferentes sectores para hacer fuerza y ver si es factible lo que estamos planteando, no tener miedo de ocupar los espacios que nosotras hemos promovido, y que a veces le cedemos a un hombre u otras personas”, resuena la voz de Cunningham. 

Sulma Yucra y Virginia Salcedo, dos Jjóvenes Iindígenas de 19 y 23 años de edad, sonríen en el estudio, tímidas y alegres. Siguen de cerca la conferencia global para transmitirla en el aimara a las mujeres indígenas del Perú y del Mundo.

“Construir alianzas con diferentes sectores para hacer fuerza y ver si es factible lo que estamos planteando, no tener miedo de ocupar los espacios que nosotras, hemos promovido, y que a veces lo cedemos a un hombre u otras personas”, dice Myrna Kay Cunningham desde FILAC. 

“Nuestras demandas deben de ser, no solo como mujeres, sino como mujeres de comunidades y Ppueblos Iindígenas con derechos colectivos”, continúa. “Respetarnos entre nosotras, no ser nosotras las que degrademos el trabajo de otras Mmujeres Iindígenas, nos toca sumar, aprender y crear” dice invitando a las organizaciones y a las mujeres a estar más unidas y pensar en colectivo.

Para el tercer día de la conferencia, el 26 de agosto, fue importante mirar hacia dentro del Movimiento de las Mujeres Indígenas, sobre cómo y dónde se están organizando las nuevas luchas. Fue importante la intervención de la hermana Jacinta Silakcam, desde las comunidades pastoras de Kenia, sobre la importancia del acompañamiento y empoderamiento de las mujeres indígenas discapacitadas. Las Mmujeres Iindígenas con discapacidad se quedan en las comunidades y tienen la misma capacidad de asimilar conocimientos, compartirlos y ser transmisoras de sabiduría para las nuevas generaciones y toda la comunidad.

La hermana Wayu, Noelí Pocaterra, diputada en Venezuela, enfatizó la importancia de la hHumildad, la humanidad y los valores colectivos indígenas, palabras profundas que animan a las Oorganizaciones Iindígenas, y consejos sobre cómo el mundo necesita de la mirada femenina.  “¿Cuáles son los aprendizajes que ha tenido en su caminar como Llideresas Iindígenas?” le preguntó la moderadora del debate a Pocaterra y esta contestó: 

“El aprendizaje, el andar para la construcción de mi identidad primeramente, ha sido la formación recibida de mi familia. Desde que nací hasta los 12 años de edad, tuve una escuela guiada por una abuela y una tía, mujeres de tradición oral que no hablaban el idioma español, las aulas de clase eran los distintos escenarios: era la cocina, era el buscar leña, buscar el agua toda la vida cotidiana, amor a la naturaleza, amor al prójimo, respeto a las personas mayores, a los niños y niñas”.

Y continuó: “Me enseñaron a no enjuiciar si no primero investigar, me enseñaron la importancia de las cosas pequeñas, el sentido del agradecimiento, me enseñaron a resistir frente a una cultura que nos excluía”.

La búsqueda de Pocaterra está enfocada al servicio de los demás, por eso aprendió de su madre, quién la animó a estudiar y entender a otras culturas incluida la occidental. Ella se siente orgullosa de su pasado ancestral y formación indígena en comunidad, su fortaleza ha sido entender a los demás y desarrollar una capacidad de tolerancia, “que no de tonta”, como ella lo subraya.

Pocaterra enfatizó en trabajar con las niñas, niños y jóvenes en la comunidad, para que la identidad no desaparezca. También insistió en hablar el idioma nativo, y hacer que las nuevas generaciones se sientan orgullosas de su cultura, para enfrentar la discriminación. También  anima a seguir con estas actividades y talleres, así como hacer presencia en las Naciones Unidas, en el Foro Permanente, y todos los espacios de representación posible. 

Con aportes como estos, se llegó a la clausura el jueves 2 de septiembre. Han sido días intensos de comunicación, aprendizaje y de compartir a través de Wiñay Panqara y a través de las redes sociales, pero para las mujeres indígenas aimaras la radio ha sido la fuente principal. 

Desde Wiñay Panqara seguiremos informando de los avances de las Mujeres Indígenas.  “Jallalla, ¡jallalla Mujeres Indígenas! ¡jallalla Conferencia Global!”, decimos desde el estudio ante estas reflexiones y antes de acabar el programa.